La glucosa es la principal fuente de energía de nuestro cuerpo, pero su elevación así como su descenso a niveles muy por debajo de lo normal pueden ocasionar problemas en nuestro organismo.
¿Por qué debemos controlar su nivel?
La mayoría de células de nuestro organismo, utilizan la glucosa como fuente de energía, especialmente las de nuestro cerebro. Por eso debemos tener siempre un mínimo de glucosa en sangre, para que ninguno de nuestros órganos se pueda ver afectado. Estar por debajo de 70 mg, sería hipoglucemia, y por encima de 110 mg, sería hiperglucemia. Esta última es la diagnosticada con diabetes.
En una persona con un metabolismo funcional y sano los niveles de glucosa se conservan relativamente estables en el tiempo gracias a la acción de la insulina junto a otras hormonas.